Carlos Sainz ha vivido este domingo un día de sufrimiento en el Dakar. La segunda etapa, la etapa crono que se alargará durante dos días, ha dejado una primera parte complicada para el piloto español, que ha cedido mucho tiempo con respecto a los líderes.
Lee también
Lee también
Lee también
Sainz ha volcado al saltar una duna en el kilómetro 327, un lance que le ha obligado a pararse hasta siete veces durante la etapa. Con el coche dañado, la sangría de tiempo no ha parado de aumentar para él. Ha logrado llegar al penúltimo campamento, en el kilómetro 626, el mismo punto que han podido alcanzar el resto de favoritos. Pero pierde casi una hora, 59:19, con respecto al líder Al Rajhi y marcha vigesimoquinto en la etapa.
Por ello, sus sensaciones no eran positivas tras bajar del coche en este punto. «Hoy ha sido una etapa bastante complicada. Después de volcar en una duna cortada, pudimos continuar gracias a la ayuda de nuestro compañero Mitchell», ha agradecido Sainz la ayuda en un momento complicado en el Dakar.
Sin embargo, las dificultades no se han frenado ahí. «Pero luego tuvimos más problemas. El coche se calentaba, no veíamos bien por el cristal roto y pinchamos», ha lamentado. «El día fue de mal en peor», ha resumido. A pesar del tiempo perdido, toca recuperar energías para intentar minimizar daños este lunes.