Despertarse con la vaga sensación de haber soñado, pero sin poder recordar ningún detalle, es una experiencia común para muchas personas. Los sueños pueden ser fascinantes y enigmáticos, pero para algunos, el acto de recordar esos sueños resulta casi imposible.
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Esta situación genera curiosidad y frustración, ya que los sueños son una ventana al subconsciente y pueden ofrecer valiosas pistas sobre nuestras emociones y pensamientos.
La ciencia ha investigado ampliamente el fenómeno de los sueños y el porqué de su olvido. Aunque aún quedan muchos misterios por resolver, hay varias teorías respaldadas por estudios que explican las razones detrás de la incapacidad de recordar los sueños.
El papel del sueño REM y la memoria
Una de las claves para entender por qué no recordamos nuestros sueños radica en la fase del sueño REM (Rapid Eye Movement).
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), el sueño REM es la etapa del sueño en la que ocurren la mayoría de los sueños vívidos. Durante esta fase, el cerebro está muy activo, casi tanto como cuando estamos despiertos.
Interrupciones del sueño REM
Una razón por la cual no recordamos los sueños podría ser la interrupción del sueño REM. Si nos despertamos durante esta fase, es más probable que recordemos el sueño.
Sin embargo, si continuamos durmiendo hasta que termina la fase REM y entramos en una fase de sueño más profundo, es menos probable que recordemos lo soñado.
Un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience señala que las personas que se despiertan durante el sueño REM tienen más probabilidades de recordar sus sueños que aquellas que se despiertan en otras fases del sueño.
Actividad del lóbulo frontal
El lóbulo frontal del cerebro, responsable de funciones como la memoria y la toma de decisiones, está menos activo durante el sueño REM.
Esta disminución en la actividad puede ser una de las razones por las que los sueños no se consolidan en nuestra memoria a largo plazo.
Investigaciones del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos (NINDS) sugieren que la baja actividad en esta área del cerebro durante el sueño REM impide que los recuerdos de los sueños se formen de manera efectiva.
Factores que afectan el recuerdo de los sueños
Además de los aspectos fisiológicos del sueño, existen varios factores que pueden influir en nuestra capacidad para recordar los sueños.
Estos factores pueden variar de persona a persona y pueden incluir desde hábitos diarios hasta condiciones de salud subyacentes.
Estrés y ansiedad
El estrés y la ansiedad pueden afectar significativamente la calidad del sueño y, por ende, nuestra capacidad para recordar los sueños.
Según la Fundación Española del Corazón (FEC), el estrés puede llevar a despertares frecuentes durante la noche, lo que interrumpe el sueño REM y reduce la probabilidad de recordar los sueños.
Además, las personas que experimentan altos niveles de ansiedad pueden tener sueños menos estructurados y más difíciles de recordar.
Consumo de sustancias
El consumo de alcohol y ciertos medicamentos también puede interferir con la memoria de los sueños. El alcohol, por ejemplo, puede suprimir el sueño REM, lo que resulta en menos oportunidades para soñar y, por ende, menos posibilidades de recordar los sueños.
De acuerdo con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), algunos medicamentos para el insomnio y la depresión pueden afectar la estructura del sueño y la capacidad de recordar los sueños.
Higiene del sueño
La higiene del sueño, es decir, los hábitos y prácticas que promueven un sueño saludable, también juega un papel crucial en el recuerdo de los sueños.
Mantener una rutina de sueño regular, evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir y crear un ambiente propicio para el descanso pueden mejorar la calidad del sueño y, potencialmente, la capacidad para recordar los sueños.
La Fundación Española del Sueño (FES) recomienda seguir buenas prácticas de higiene del sueño para mejorar tanto la cantidad como la calidad del sueño.
Aunque recordar los sueños puede ser una habilidad elusiva para muchos, entender las razones detrás de este fenómeno puede ayudar a mejorar nuestra relación con el sueño y, en última instancia, con nuestra salud mental y emocional.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.