
Podemos no repite en el nuevo Gobierno a pesar de los movimientos de última hora de Sumar para buscar un encaje del partido en la nueva coalición progresista. La ausencia de la formación de Ione Belarra en el ejecutivo ha profundizado los choques con el proyecto político de Yolanda Díaz y acerca la ruptura del pacto que se firmó para concurrir a las elecciones generales del pasado 23 de julio. Su secretaria general ya ha avanzado que ejercerán autonomía de las decisiones de la nueva coalición en un curso político con tres citas electorales. Las gallegas, vascas y europeas pondrán a prueba la frágil unidad de la izquierda sellada en el acuerdo del verano.
Sumar ha conseguido cinco ministerios, que ha repartido entre los principales espacios que integran la coalición electoral: Izquierda Unida, Catalunya en Comú y Más Madrid. También tendrá dos nombres propios, la propia vicepresidenta y Pablo Bustinduy. Pero ha dejado fuera del reparto a los de Belarra, tras una oferta el viernes para hacer ministro a Nacho Álvarez, miembro hasta ese viernes de su dirección y número dos de Belarra en el Ministerio, que el partido rechazó y tildó de “treta”.