
Ante la mirada atenta de los Reyes Católicos que presiden el hemiciclo del Congreso –y que, como son estatuas, no podían intervenir en el pleno–, los representantes de la soberanía nacional adaptaron su funcionamiento a la Constitución de 1978. Votaron la toma en consideración de la reforma del reglamento que dará cobertura legal al uso del euskera, catalán y gallego en la Cámara Baja y que se aprobará este jueves.