
Los muertos están de enhorabuena. Entre todas las preocupaciones que les acosan en el ataúd, hay una de la que pueden olvidarse. Carlos Mazón lo ha comunicado orgulloso esta semana. Ya no tendrán que pagar impuestos en la región que preside: “Fin al impuesto a la muerte. Se ha acabado para siempre el impuesto de sucesiones y el impuesto a la muerte en la Comunitat Valenciana”. Al igual que antes hicieron Madrid y otras comunidades gobernadas por el PP y hará muy pronto Aragón, Mazón elimina en la práctica ese impuesto con una bonificación del 99%, con lo que los herederos obtendrán unos ingresos libres de cargas fiscales a diferencia de los perceptores de las rentas de trabajo o capital.