
La coalición de partidos que lidera Yolanda Díaz empieza a andar con las mismas dificultades con las que se articuló hace apenas dos meses. Las decisiones de Sumar para organizar el nuevo grupo parlamentario han generado las primeras tensiones con Podemos, que junto con Izquierda Unida se ha quedado por primera vez sin voz propia en el Congreso. El equipo de la vicepresidenta segunda ha optado por entregar las portavocías adjuntas del grupo a fuerzas de ámbito autonómico como los comuns, Compromís o la Chunta Aragonesista, que cuenta con un único diputado.