
“Un compromiso histórico”. Eso es lo que quiere Carles Puigdemont para facilitar la investidura de Pedro Sánchez en lo que ha reconocido que se trata de un “momento especial” porque España se asoma a un “dilema”: llegar a un acuerdo con la formación independentista o la repetición de elecciones. “No estamos hablando de un trozo para tirar adelante la legislatura. El acuerdo debe ser un compromiso histórico, como el que ningún régimen ni Gobierno español ha estado nunca capaz”, ha arrancando Puigdemont, que advertido de que se tienen que establecer las “condiciones previas” para iniciar esa negociación: “reconocer la legitimidad del independentismo”, el “abandono de la vía judicial” y la amnistía; un relator que medie y verifique los acuerdos, y el impulso al catalán.
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“El pacto posible no es un pacto cualquiera sino con Junts, una formación a la que se arrinconado y despreciado sin descanso por parte de los dos grandes partidos españoles”, ha dicho el eurodiputado, que ha recordado que sumaron sus votos PSC y PP, junto a los comunes, para arrebatar la alcaldía de Barcelona a Xavier Trías.
“El 1-O no fue un delito, ni la declaración unilateral de independencia tampoco, como tampoco lo fueron las protestas”, ha expresado el expresidente catalán, que plantea la amnistía para centenares de condenas enmarcadas en el procés. Pero la amnistía no es un punto final para Puigdemont, que la ha situado como una exigencia para iniciar una negociación para la investidura, pero que es el comienzo de un camino que, a su juicio, debe conducir a un referéndum de autodeterminación.
El expresidente catalán ha expuesto sus condiciones de cara a una negociación para la gobernabilidad en una conferencia en un hotel en Bruselas, a donde se han desplazado dirigentes de Junts para participar en una jornada interparlamentaria convocada por Puigdemont, a quien han recibido en pie con aplausos. En primera fila estaban sentados la expresidenta del Parlament Laura Borrás y su sucesora, Anna Erra i Solà, actualmente en el cargo, el exconseller Jordi Turull, y la portavoz adjunta de ERC en el Congreso, Teresa Jordà, entre otros. También han acudido los siete diputados de Junts, cuyos votos son claves para la gobernabilidad.
La negociación del ‘sí’ de los de Puigdemont le devuelve al epicentro de la política española, una situación que el expresident no va a desaprovechar una vez que vuelve a ver disparada su popularidad en la capital comunitaria. A la conferencia han asistido todos los medios españoles y también representantes de la prensa internacional.
La conferencia estaba prevista desde la semana pasada y se ha producido un día después de que el expresidente recibiera a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en su calidad de líder de Sumar, que se desplazó a Bruselas para abordar con el eurodiputado la investidura de Sánchez. El PSOE se desmarca de esa reunión y mantiene su vía de negociación, aunque preserva todo lo que tiene que ver con la amnistía, una propuesta -defendida desde hace casi años por los partidos independentistas- de la que los socialistas siempre han renegado, pero que ahora está sobre la mesa.
“Tenemos trabajadas varias fórmulas, pero por una cuestión de discreción no las vamos a exponer todavía. La amnistía no es la única fórmula. Lo importante es el objetivo, curar las heridas del pasado. Poner el marcador a cero. Hay unas fórmulas más lentas, otras más costosas. Creo que tenemos que ir etapa por etapa. Ahora mismo yo no estoy autorizado a hablar de otras fórmulas”, expresó el dirigente de En Comú Jaume Asens, que también participó en el encuentro de Díaz y Puigdemont, tras el que se mostró convencido de que el ‘sí’ de Junts a la investidura de Sánchez está más cerca.