
Hay algo que resulta difcil de explicar en esta seleccin, incluso para los que forman parte de ella. Esa capacidad de crecerse y sacar lo que nadie espera ya cuando asoma el precipicio. Espaa fue de nuevo Espaa en Yakarta y ni siquiera eso le vali para seguir con vida en el Mundial en el que defenda oro. Pese al esfuerzo casi heroico, no fue suficiente ante la poderosa Canad en un duelo de poder a poder, de rachas y corazn, en el que la seleccin se volvi a quedar sin aliento ofensivo en la hora de la verdad, en otro ltimo cuarto como condena, la leccin a aprender. Y, sin embargo, poco le falt al triple agnico de Abrines para llevar el estupendo choque a la prrroga. [85-88: Narracin y estadsticas]
Si ante Letonia el viernes fue una caricatura, ante Canad el domingo recuper su versin mordaz. Competidores voraces, lobos hambrientos que, sin embargo, hacen las maletas y tendrn que buscar el billete a los Juegos en el Preolmpico del prximo verano. La Canad de Jordi Fernndez, que sufri de lo lindo, que se vio desbordada por momentos por el amor propio espaol, ya est camino de Manila, donde se enfrentarn en cuartos de final a Eslovenia el mircoles.
La labor era complicadsima, derribar un muro como el canadiense, fsicos NBA, talentos de primer nivel mundial como ese diablo llamado Shai Gilgeous-Alexander al que no le iba a temblar el pulso en los tiros libres del desenlace, culminando una obra maravillosa. En el Indonesia Arena Espaa rescat gestas insospechadas, hizo honor a la historia de un equipo legendario, dibuj a su referente del futuro, enorme Santi Aldama, pero acab derramando lgrimas, exhausta y paralizada en un ltimo acto en el que no apareci el hroe necesario, Llull (tocado) y Juancho, en el banquillo.
Desde bien pronto fue otra Espaa. No poda ser de otra forma. Si haba que morir, sera con la cabeza alta. Es el ADN, lo que nos hizo nicos, respetados y temibles. Era el colmillo de los grandes das, el nervio, la dureza, la concentracin. Y un plan. Abrines sobre Shai, defensas zonales, trampas FIBA contra los talentos canadienses.
Los puntos de Willy
Eso en defensa. En ataque tocaba la osada, deshacer el bloqueo mental mostrado por muchos contra Letonia. Y buscar a Willy, de nuevo el centro de todo, gigantesco pese a tener dos rivales de esa NBA que no termin por aceptarle intentando pararle. Pese al nivel de dureza, terrible, Espaa aguantaba el envite canadiense. Willy hizo dao pronto y Aldama, al fin, solt su talento, lanz sin pensar y mostr la dimensin que puede alcanzar. El rebote ofensivo, sntoma de deseo, era oxgeno.
Esa igualdad pona nerviosos a los de Jordi Fernndez, demasiado impetuosos, faltas constantes, superando el lmite de lo fsico tipos tan rudos como Dillon Brooks. Y eso que sus referentes ofensivos anotaban, cmo no, pese la vigilancia espaola. Barret hizo 11 puntos en el primer acto y Shai era ya un demonio. Cuando lograban correr, eran como un torrente imparable.
Espaa pronto se iba a aduear de las sensaciones y del marcador, un enorme segundo acto. Los triples de Abrines, que dibujaba una noche para el recuerdo, y los puntos en la pintura de Willy hacan mella en Canad, que se vio en el descanso 10 abajo (48-38) tras una bonita canasta de Brizuela.
Los rbitros
Pero Canad an poda elevar ms el listn de la agresividad y as regres del vestuario, imponiendo su atleticismo y haciendo perder el paso a una Espaa que se enred, adems, en las inverosmiles decisiones arbitrales. En dos minutos haba cometido cinco faltas, penalizando a Juancho (3, no iba a regresar a pista) y Abrines (4), tirando por tierra todo el trabajo anterior y posibilitando la remontada de los norteamericanos, que se vieron mucho tiempo despus mandando en el marcador (52-55), con tcnicas a Scariolo y Rudy por el camino.
En ese momento de crisis total apareci de nuevo el corazn espaol. Fue Rudy y esos pequeos detalles que cambian el curso de las batallas. Un triple, una falta de ataque forzada. El desparpajo de Brizuela, tan necesario. Y la irrupcin poderossima de Santi Aldama, dos triples y un mate de esos que recordar toda la vida. Y los fuegos artificiales de un final de tercer cuarto demoledor, resurgiendo de nuevo la Espaa mortal, un 21-6 de parcial para la mxima (73-61). Coronado todo con una jugada que es marca Espaa, una defensa prodigiosa, torpedeando cada pase rival hasta convertirlo en pesadilla, robando, corriendo y rematando Garuba con un alley oop poderossimo.
Y ni siquiera con esa sucesin de golpes Canad dobl las rodillas. Elev la puja de la angustia con un 8-0 de vuelta, dos triples y algunos golpes de Dillon Brooks, que se iba a convertir en el protagonista inesperado. Todo estaba abocado a la agona. Y el atasco ofensivo iba a ser una pesadilla para Espaa.
Porque, de repente, se qued paralizada, encogida ante la defensa rival. Canad escalaba otra remontada punto a punto, sin concesiones. La ltima canasta en juego del partido la haba anotado Aldama a falta de seis largos minutos, cuando an soaba Espaa con los cuartos. Otro triple de Brooks y un canastn ‘jordanesco’ de Gilgeous-Alexander devolvieron la ventaja a una Canad que ya no iba a soltar la presa, pese a la canasta de Nez y el triple de Aldama. Espaa muri en la orilla de otro ltimo cuarto para olvidar.