
El titular del juzgado mercantil número 2 de Barcelona ha homologado el plan de reestructuración propuesto por los acreedores de Celsa, por lo que da vía libre para que los fondos acreedores pasen a ser accionistas de Celsa y sustituyan a los actuales propietarios, es decir, a la familia Rubiralta.
En una sentencia que se ha dado a conocer este lunes, el magistrado acuerda la homologación del plan de reestructuración, al entender que reúne los requisitos legales para llevarse a cabo, ya que, en su opinión, el importe de la deuda supera al valor de la compañía. El juez entiende que la propuesta de los acreedores asegura la viabilidad del grupo y tilda su plan de “la única alternativa viable a medio plazo para la totalidad del grupo Celsa”, aunque advierte al mismo tiempo de que deben cumplir “estrictamente” sus compromisos, entre ellos el de conservar los puestos de trabajo.
La sentencia se ha hecho pública tras el juicio de oposición a la homologación de este plan por parte de los accionistas de Celsa que se celebró en julio, en el que estos defendieron la solvencia del grupo.
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