
A Espaa, desastrosa en la derrota ante Letonia, slo le vale ganar a los de Jordi Fernndez, que cayeron ante Brasil y tambin se juegan el pase a cuartos. Nez y Aldama no jugaron en toda la segunda mitad: «La experiencia es importante».
Haca nueve aos que la seleccin no perda un partido en un Mundial, tan inesperado como esta vez aquel 10 de septiembre de 2014 en el Palacio, Francia arruinando la fiesta patria. Tampoco estaba en los planes caer ante Letonia, a la que ni se la aguardaba en esta segunda ronda. Ah debera estar Francia, la vieja enemiga, las cuentas por saldar, y quiz activar esos resortes mentales que Espaa rescata en los abismos, que la hacen nica en su competitividad. Y de los que no hubo ni rastro en el Indonesia Arena, la primera vez que tocaba en turno de tarde, la ms inoportuna de las siestas.
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Verbalizada la derrota con lugares comunes en los argumentos de los protagonistas, con la falta de dureza, de concentracin, de acierto, con porcentajes extremadamente bajos. Con el buen hacer del rival, debutante mundialista y con su estrella, Kristaps Porzingis, en las tribunas junto a los 3.000 emocionados letones. Intentar explicar lo inexplicable, el mal comienzo, los mseros 11 puntos a favor del ltimo acto (27 encajados), los 11 tiros libres errados, la ventaja perdida (54-42, min. 29), la falta de lderes y hasta de recursos tcticos. Un cctel letal que aboca a dos escenarios con poco tiempo para lamer heridas: o la gesta o la debacle.
Las cuentas son tan sencillas como demoledoras: ganando a Canad el domingo (15.30 h.), Espaa viajar a Manila para disputar los cuartos de final y seguir optando a medalla y a las dos plazas directas a los Juegos a la que tienen derecho los europeos. La opcin de que una derrota valiese en algn caso qued pulverizada con la sorprendente victoria de los brasileos ante los de Jordi Fernndez despus (65-68). Pero depender de uno mismo nunca pareci ms trampa, ms heroico. Antes de caer, tambin absoluto e impensable colapso, Canad asustaba. Ahora, de repente, se juega la vida: perder ante Espaa tambin les mandara a casa.
«Aprender»
La seleccin mastic su propia y cruda realidad, aunque hoy en el Hotel Fairmont, como tantas otras veces sucedi, todo sean juegos mentales para volverlo a hacer, para activar la tecla del milagro. Porque Espaa, sin duda, es capaz y por ello se la teme. Hay que saber asumir estas derrotas. Vienen bien para aprender cmo estamos. Se nos pone cuesta arriba la clasificacin, pero esta seleccin ha demostrado que en los momentos difciles es cuando ms unidos tenemos que estar. Esto lo tenemos que reflejar en el prximo partido. Si jugamos como hoy, no nos mereceremos pasar de ronda, pronunci el capitn Rudy Fernndez, el da que adelant a Juan Carlos Navarro y se convirti en el jugador espaol con ms partidos (254), su rcord ms agridulce.
Pero antes de las cbalas, la dura realidad. No se recuerda un partido ms obtuso de Espaa en mucho tiempo. Acobardada permanentemente, ni cuando goz de una ventaja solvente tras su mejor rato en el tercer cuarto supo manejarla. Completamente quebrada ya, Scariolo mantuvo en pista un quinteto con pocos puntos en las manos: Alberto Daz, Abrines, Rudy, Claver y Garuba. Ni rastro de los hermanos Hernangmez y los galones conquistados en el pasado Eurobasket en esa recta de meta, como no lo hubo de Santi Aldama ni de Juan Nez, los rookies, en toda la segunda mitad. Algunos de sus compaeros, en el sentido de la dureza, tampoco lo han hecho mejor. Pero un partido de este tipo, a vida o muerte, la experiencia es un factor importante, justific el tcnico.
La responsabilidad recae sobre los hombros de los que han vivido muchas de estas situaciones. Para los que las han vivido pocas o ninguna, el partido puede ser una enseanza importante para quitarse nervios y miedos, apunt Scariolo a los veteranos que pergearon un dato demoledor: fue el peor ltimo cuarto de la historia de la seleccin en partidos oficiales, superando el 16-31 contra Brasil (16-31) en los Juegos de Londres.