
Familiares, allegados y vecinos de Tere Abelleira vibran con la victoria de Espaa en un bar de Pontevedra
«Teresa, la Copa en la mano». Este es el cntico que desde ayer, y hasta el domingo, entonarn los familiares y amigos de Teresa Abelleira, despus de que la seleccin espaola consiguiera el pase a la final del Mundial. EL MUNDO vivi este martes con ellos el encuentro de semifinales contra Suecia en el bar A Caota de Pontevedra. Antes de que empezara el encuentro, la treintena de personas congregadas se mostraban nerviosas. Aunque en el fondo tenan fe en que todo saldra bien. «Estamos muy nerviosos, la verdad, con muchas ganas de que ganen y de que pasen a la final», deca Sara Prez, cuada de la futbolista del Real Madrid. Toms Abelleira, el hermano de la jugadora, reconoca que no haba pasado una buena noche, aunque afirmaba que los nervios que senta eran «buenos y bonitos».
Una vez que el baln comenz a rodar, los gritos de «Vamos, Espaa!» y «Vamos, Teresa!» fueron una constante, y todava ms cuando la pontevedresa intervena en alguna jugada. La primera parte la vivieron con mucha tensin, ya que el gol no llegaba y el tiempo no dejaba de correr, pero la esperanza no se perda. «Estoy vivindolo con muchos nervios e ilusin, pero confo plenamente en que van a conseguir pasar a la final», deca Iria Abelleira, hermana de Teresa, que mientras presenciaba el partido amantaba a su beb en la maana del martes festivo.
Los 15 minutos de descanso fueron aprovechados para analizar el partido y para comentar cmo vean a la centrocampista. «Estoy viendo a mi nieta de maravilla», comentaba Toms Abelleira, el abuelo de la joven. «Despus de la primera mitad estoy ms tranquila, porque creo que ellas lo estn haciendo bien. Han tenido ocasiones y ojal que entre el baln en la segunda parte. De Tere, qu voy a decir? No soy nada objetiva con ella. Siempre la veo muy bien, para m, todo lo que se despeja lo hace ella, aunque no sea as», deca Iria.
«Toca aguantar»
La segunda mitad se vivi con ms tensin. Cada vez que Espaa se acercaba al rea rival los gritos de «Vamos!», los aplausos y los golpes en la mesa se escuchaban incluso por encima de la narracin del partido. Los familiares de la internacional tampoco dudaron en festejar los errores de Suecia o los despejes de la defensa espaola, e incluso alzaron la voz cuando Teresa recibi una falta por la que permaneci durante unos segundos tendida en el suelo. Ella es intocable para los suyos.
Con la llegada del primer gol, toda la tensin se disolvi y dio paso a la emocin. Las lgrimas corran por las mejillas de todos los seres queridos de la centrocampista gallega, porque, momentneamente, estaban en la final. «Toca aguantar», decan tras el tanto marcado por Salma, pero la alegra dur ms bien poco tras el empate de la seleccin sueca. Pareca que a todos les hubiera cado un jarro de agua fra encima. No se escuchaba nada ms que la televisin, y la idea de vivir una prrroga empezaba a aparecer.
«Si vamos a la prrroga o a penaltis me da un ataque al corazn, ya en el partido anterior fue un agobio», deca Iria, en alusin al encuentro disputado en cuartos de final frente a Pases Bajos. Nadie quera llegar hasta el minuto 120, y mucho menos a la ronda de penaltis porque, como comentaba Too, «eso ya es una lotera».
«Pita ya, pita ya»
Por fortuna lleg el segundo gol de Espaa y ese tanto ya supuso la completa liberacin. Gritos, saltos, lgrimas, cnticos, todo les serva para mostrar su felicidad. Quedaba un minuto, ms el tiempo aadido. En total fueron ocho minutos en los que estar sentados frente al televisor del bar pontevedrs fue una tarea prcticamente imposible. No se les poda escapar de las manos. Los «pita ya» y los «ya est, que se acabe», fueron las frases ms repetidas. Y ya con el pitido final, los aplausos y los abrazos pasaron a ser los protagonistas.
«Tenemos mucha alegra, todava lo estamos asimilando. Estamos super orgullosos de Tere. A ver si tienen suerte para ganar la Copa, pero yo creo que s», deca Efrigenia Solla, la abuela de la jugadora.
«Es tan buena persona…»
«Estoy super emocionada, ya se me ha visto durante todo el partido. Todava no me creo que estn en la final. Adems, Teresa es tan buena persona que se lo merece, bueno, se lo merecen todas. Estoy que no puedo ni hablar. Durante el partido pensaba: ‘Es que estn haciendo historia'», comentaba Sara entre lgrimas.
Toms, que ya vivi los minutos finales de pie y mirando el reloj, slo poda aadir: «Siento una paz mental ahora mismo… que madre ma. Ella dijo que iban a llegar a la final y lo han hecho. Estn compitiendo de una forma muy bonita. El fin es precioso, y lo queremos a toda costa, pero es que la forma en que lo estn haciendo es inmejorable. Para nosotros Tere ya es campeona».
Sin duda, la que ms sufri durante los 90 minutos fue Iria, que no poda parar ni un segundo durante la semifinal. «Tras la victoria estoy genial, muy contenta. He pasado de los nervios a la alegra plena y absoluta. Todo el sufrimiento ha merecido la pena. Ya no nos imaginamos otra cosa que no sea trayendo el ttulo a casa, hay que pensar siempre que se va a ganar», deca.